jueves, 31 de mayo de 2012

Aumentan denuncias de no entrega de la PAE


Autor: Terra
Fecha: 31 de mayo de 2012


La píldora del día después: una asignatura pendiente en Chile

Dos años después de que se decretara su entrega universal tras una compleja tramitación judicial, acceder a la 'píldora del día después' en Chile es todavía complejo: los servicios de salud se niegan a entregarla, hay falta de existencias y del personal adecuado y no se vende en algunas farmacias.

Sin registros oficiales, las denuncias se apilan en las ONGs que promueven la educación sexual.

"Fui al consultorio de (la comuna de) Peñalolén, y cuando llegó mi turno, la recepcionista del consultorio me dijo que por ser menor de edad no podía atenderme, que debía ir acompañada de un adulto", relata Carolina, de 17 años, quien solicitó la pastilla tras la rotura del condón que utilizó su pareja, según un registro de la fundación Prosalud.

Su procesión la llevó a otro consultorio público, donde le dijeron que allí "no daban la píldora". A Cristian, de 24 años, no le entregaron la píldora en la localidad de Quillota porque "no tenían disponibles", de acuerdo al mismo registro.

Desde 2010 está vigente en Chile una ley que garantiza el acceso a la píldora del día después en el sistema público de forma gratuita, aunque obliga a los médicos a informar a los padres cuando se entrega a menores de 14 años.

En las farmacias es obligatorio venderla, pero ya sea por falta de existencias o por razones religiosas, algunos recintos se han negado a expenderla.

Un estudio de la Universidad Central de Santiago de 2011 señala que el 77,8% de los municipios dice entregar la píldora, mientras que un 10,9% aseguró que no lo hacía, al ser consultados los responsables de salud.

La principal razón aducida para no entregarla es la falta de existencias (31,4%) y de recursos humanos (17,1%).

Otro estudio de 2010, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), arrojó que el 30% de los municipios no entrega la píldora y un 39% lo hace con restricciones.

"El problema es que existe una ley muy general, pero no un reglamento que especifique bien cómo se debe administrar. Ahora todo depende de la buena voluntad del médico y de la matrona", explica Verónica Schiappaccasse, matrona de la organización Prosalud, que entrega unas 15 píldoras por mes.

"En Chile existe cierta discrecionalidad en los derechos sexuales y reproductivos, que dependen de la voluntad de los médicos y autoridades locales", coincide en declarar a la AFP el doctor y profesor de Bioética de la Universidad Diego Portales, Moisés Russo.

"En algunos casos, se debe a un conservadurismo moral y en otros por ignorancia, ya que muchos han caído en campañas de desinformación" en las que se asegura que la píldora es abortiva -lo que científicamente no está probado-, agregó.

En Puente Alto, el municipio más poblado de Santiago, su alcalde, Manuel José Ossandón, se negó a distribuirla. "Esto no es una tozudez ni un capricho, sino un tema de convicción", dijo Ossandón.

En 2007, las tres principales farmacias del país -que concentran el 95% del mercado- adujeron 'razones de conciencia' para no expender el fármaco, pero tras un acuerdo con las autoridades se comprometieron a venderla. No obstante, son frecuentes las denuncias de que la píldora no está disponible.

En septiembre de 2009 una madre cuya hija de 14 años fue violada denunció públicamente la imposibilidad de encontrarla en varias farmacias de Santiago.

Detrás de la falta de existencias no hay una respuesta clara.

En 2010, la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast) compró 49.000 dosis. Un año más tarde volvió a llamar a una licitación pero por la mitad de las dosis.

"Los médicos y las matronas nos informan que no ha llegado el producto a los consultorios todavía", dice a la AFP Marcelo Flores, gerente de Farmage Chile, la empresa que ganó la licitación en 2010.

"A nivel privado sí que se distribuye, pero a nivel público no. Con los únicos que no estoy haciendo negocio es con el sector público", agrega.

El temor a la denuncia pública ha desinhibido los reclamos.

"Nadie quiere hacer evidente su realidad, en muchos casos se trata de relaciones entre jóvenes, desconocidas por sus padres", señala a la AFP Schiappacasse.

Otra dificultad es que en Chile el fármaco se vende con receta médica retenida, lo que obliga a las mujeres a pagar no sólo el medicamento sino también por una consulta médica, a diferencia de la gran mayoría de los países donde no se exige receta.

Antes de decretarse su acceso universal, la píldora estuvo prohibida por varios años, por sucesivos recursos presentados por grupos conservadores que la consideran abortiva.

http://noticias.terra.com.pe/internacional/la-pildora-del-dia-despues-una-asignatura-pendiente-en-chile,3d994a4d37997310VgnVCM5000009ccceb0aRCRD.html

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