Un llamado urgente a implementar la ley sobre información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad hizo la Fundación Prosalud. Su directora, Verónica Schiappacasse, recordó que pese a que la norma fue publicada hace más de siete meses, aún no es implementada “vulnerando los derechos sexuales y reproductivos de los/as jóvenes”.
“La ley establece que toda persona tiene derecho a recibir educación, información y orientación en materia de regulación de la fertilidad. Además, los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado deben incluir dentro del ciclo de Enseñanza Media un programa de educación sexual, el cual, según sus principios y valores, incluya contenidos que propendan a una sexualidad responsable”, recordó.
Además, la norma planea el acceso a todos los métodos anticonceptivos, sin discriminación de ningún tipo, incluyendo la píldora anticonceptiva de emergencia. “Si una adolescente menor de 14 años solicita la PAE, ésta debe ser provista y posteriormente el hecho debe ser informado al adulto que la menor señale”, apuntó.
Schiappacasse agregó que el tema sigue siendo tabú entre muchas familias. “No podemos pedir a todas las familias que traten estos temas, pues muchas veces ellos tampoco fueron educados y ello se transmite de generación a generación. Hay mucha negación de los padres a enterarse de que sus hijos son sexualmente activos. El Estado tiene que hacerse cargo de los jóvenes”, opinó.
Si bien la tasa de fecundidad en Chile es similar a la que tiene América Latina, la matrona alertó sobre las fuertes diferencias sociales que existen en nuestro país. “En comunas acomodadas hay acceso a información, a métodos anticonceptivos, a centros de adolescencia de clínicas privadas. Quienes no tienen recursos no tienen nada de eso. No tienen una red que las apoye. Las jóvenes de estratos altos reciben apoyo, les siguen pagando el colegio, el parto, la ropa del bebé, incluso nana. En los bajos nada”, comentó.
En ese escenario, muchas jóvenes sienten que la maternidad les implica ser reconocidas, pero “es una mirada a muy corto plazo. No tienen la perspectiva de desarrollarse, tener una profesión u oficio”, concluye.
Las consecuencias
Prosalud advirtió que entre las consecuencias más relevantes del embarazo adolescente están los riesgos para la salud de madre e hijo, los múltiples obstáculos para iniciar o continuar la formación escolar; las barreras para el acceso a trabajar, el riesgo de caer o continuar sumida en la pobreza; el riesgo de una crianza deficiente y el riesgo de ser víctima del estigma social. El embarazo y maternidad en la adolescencia afecta en mayor medida a las mujeres pobres, rurales y con menor nivel educativo, exponiendo a la joven madre, a su pareja y a su bebé al riesgo de que el círculo vicioso de la pobreza se extienda al menos por una generación más.
Qué dicen los ministros
En el Ministerio de Educación admitieron que aún no hay un programa de educación sexual. Recordaron que tras el episodio de la “Enciclopedia del Sexo”, están trabajando en la elaboración de distintas opciones para ofrecer a los colegios, y que sean éstos los que escojan. Sin embargo, no hay una fecha clara para que esos contenidos estén listos.
En el Ministerio de Salud, en tanto, el reglamento es simplemente un misterio. La Hora consultó durante varios días, pero la respuesta siempre fue la misma: “No sabemos de eso”.
•30% de los embarazos adolescentes son no planificados. El 16% se dio en el estrato ABC1 y el 70% en el D y E.
•16,7 es la edad de inicio sexual promedio. La mayoría no usa método anticonceptivo en su primera relación.
•30% de la gente joven no puede continuar sus estudios por cuidar a un hijo.
Fuente: La Hora
Por Ximena Díaz Carrasco
falta de veracidad...
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