martes, 18 de octubre de 2011

Embarazo en la adolescencia: ¿una opción?

Autor: El Dínamo Chile
Fecha: 18 de octubre de 2011

15 de octubre de 2011 - 00:04 | Por: Verónica Schiappacasse

El embarazo precoz se produce principalmente por la ausencia o escasa educación sexual, el inicio temprano de las relaciones sexuales (que en Chile es a los 16.7 años) y el bajo uso de anticonceptivos. Otros aspectos a considerar son la inequidad de género, la violencia contra la mujer que la expone a relaciones sexuales no consentidas, el desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos y la ausencia de un proyecto de vida debido a carencias socioeconómicas, educacionales y laborales.

Cuando se produce un embarazo a temprana edad y más aún, éste no fue planeado, las consecuencias pueden ser devastadoras en la historia de vida de una joven y su entorno. Muchos estudios han mostrado el impacto negativo que la maternidad precoz puede tener en la salud de las madres, sus hijos y sus expectativas educativas, laborales y económicas futuras.

Para crear conciencia sobre este tema, el 26 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Embarazo en Adolescentes.

Este es un tema de preocupación en el mundo, se estima que cada año, 16 millones de adolescentes dan a luz, lo que representa un 11% de todos los nacimientos, y lo que es más preocupante, un 95% de ellos ocurren en países en desarrollo.

En 2009, se registraron 39.627 nacimientos de madres adolescentes en Chile, lo que corresponde al 16% del total.2 La mayoría de estas madres son jóvenes pobres, quienes además suman un segundo y tercer hijo, cifra en que entre 2005 y 2008 aumentó en un 15%.

El embarazo cuando no es planificado puede terminar en un aborto. Según estudios recientes, un 30% de los jóvenes encuestados declaró haber tenido un embarazo no planificado; un 70% era del nivel socioeconómico más bajo y un 16% era ABC1. Además, un 7% declaró haber tenido una experiencia de aborto.

El embarazo precoz se produce principalmente por la ausencia o escasa educación sexual, el inicio temprano de las relaciones sexuales (que en Chile es a los 16.7 años) y el bajo uso de anticonceptivos. Otros aspectos a considerar son la inequidad de género, la violencia contra la mujer que la expone a relaciones sexuales no consentidas, el desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos y la ausencia de un proyecto de vida debido a carencias socioeconómicas, educacionales y laborales.

Las madres adolescentes y sus hijos/as están expuestos a mayores riesgos en salud. Además, el acceso a los estudios y el trabajo pueden dificultarse, como también la obtención de mejores ingresos económicos.

Según la última Encuesta Nacional de Juventud, un 30% de los/as jóvenes no continuó sus estudios y un 22% de las mujeres no buscó trabajo por cuidar a su hijo/a.

La salud y la educación de los/as jóvenes debería ser una prioridad para los gobiernos, garantizando la educación sexual integral en los colegios y el acceso a servicios de salud de calidad, y a los métodos anticonceptivos, incluyendo la píldora anticonceptiva de emergencia.

En enero de 2010, la ex presidenta Michelle Bachelet promulgó la ley 20.418 sobre regulación de la fertilidad, la cual establece que todas personas tienen derecho a acceder a la información y a los métodos anticonceptivos. Han transcurrido casi 2 años y aún no ha sido implementada, lo cual vulnera los derechos sexuales y reproductivos de la población.

Los/as jóvenes deben conocer y ejercer sus derechos, tomar decisiones libres, autónomas, responsables e informadas y contar con los medios necesarios para hacerlo.

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